Por ejemplo, la serpiente australiana segrega una toxina de su veneno que baja la presión arterial y la estabiliza tal como lo hacen los medicamentos antihipersentivos.
Eso se logra por la síntesis de un péptido en su veneno muy similar a uno que produce de manera natural nuestro organismo cuando sufrimos un infarto, el cual ayuda al cuerpo a sobreponerse del evento cardiovascular. Solo que la cantidad que segrega el réptil es mayor. Fuente contenido: Planeta Curiso
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Me gusto la historia verdadera de Adolf Hitler, es una historia que casi nadie la conoce porque solo piensa que fue el más gran asecino del mundo, sigue adelante creo que tienes mucho potencial para ser peridista investigativa...felicitaciones
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