domingo, 29 de noviembre de 2009

A quien llora por no tener zapatos hasta que ve alguien que no tiene pies

Duele Verla realidad


El mundo cada vez cambia más pero no es sino hasta que vemos algo peor, que una reacción de sensiblidad converge en nosotros... Es posible tanta desigualdad en el mundo, y ni si quiera es ese el
problema, que tal si a pesar de que existan tantas diferencias aprendiéramos a compartir aunque sea sólo un poco....

Es hora de que aprendamos a ser un poquito más humanos econtrando nuevamente nuestra verdadera esencia y dejando a lado lo inservible, lo transitorio porque es ahí cuando valoraremos lo verdaderamente trascendental
.
Dedico esto a quien piensa que con el dinero se puede comprar todo, que con el dinero se puede tener felicidad, pero hay algo más importante aun que no se puede tener y es dignidad...

Exacto: Una vida digna como persona...









Fuente contenido: personal
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jueves, 26 de noviembre de 2009

Una mujer que llegó a ser "Papa"

Todo el universo oculta historias mágicas e inimaginables... pero está en nuestras mentes y en nuestros corazones buscar la verdad y los hechos irónicos de la vida.
Desde años atrás existe una elyenda, acerca de una mujer que habría llegado a papa, haciendose pasar por varón, a raíz del notable racismo de los siglos pasados y de la vulnerabilidad de la mujer ante la sociedad sublevada.
La "papisa Juana" habria sido la única mujer que gobernó la Iglesia durante casi dos años, hasta morir dando a luz en medio de una procesión, según una leyenda que circuló en Europa durante varios siglos. A raíz de esta historia nació el supuesto rito de palpar los atributos masculinos del Papa electo para evitar que otra mujer ocupase el trono de Pedro. Según ese mito, obviamente no confirmado por el Vaticano, se pedía al Papa electo que se sentara en una silla perforada, para permitir que un eclesiástico verificara manualmente su virilidad antes de que el Camarlengo pudiera exclamar el famoso "¡Habemus Papam!".

El origen de esta leyenda, se remonta a fines del siglo X, pero otros sitúan el papado de Juana hasta dos siglos y medio antes, después de la muerte de León IV, coincidiendo con una época de crisis en la diócesis de Roma, cuyos fieles elegían al Papa. Una de las múltiples versiones que han llegado hasta nuestros días atribuyen también la coronación de una mujer a la debilidad de las familias romanas, que no lograron imponer a ninguno de sus candidatos.

Según algunos relatos, Juana habría sido una joven oriental, tal vez de Constantinopla, que se hizo pasar por un hombre para sortear la prohibición de estudiar que pesaba sobre las mujeres y adquirió una sólida formación teológica y filosófica. Al llegar a Roma tras una larga peregrinación, se presentó como un monje y sorprendió con su erudición a los doctores de la Iglesia quienes, la ayudaron a llegar al Papado, oficialmente como Juan VIII.

Aventurera, Juana no tardó en convertirse en amante de un oficial de la guardia vaticana con lo que, un año después de su elección, descubrió que iba a ser madre y la tragedia ocurrió cuando la papisa, ya en el fin de su período de gestación, sintió dolores de parto cuando estaba presidiendo una procesión, lo que indignó a la muchedumbre que la apedreó hasta matarla.
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Revista Libertad

Fuente contenido: Biblioteca Católica, Colegio Spellman Femenino, 2009
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